sábado, 16 de junio de 2007

Escuela y desarrollo local en la postmodernidad.

Escuela y desarrollo local en la postmodernidad.
Francisco J. Laporte Derves.
"...comienza a configurarse un nuevo paradigma de desarrollo cuyos elementos claves son la interconexión y la interactividad, la acción colectiva, la escala geográfica reducida, la escala virtual amplia, el constructivismo, la intersubjetividad, el conocimiento, y las innovaciones. A su turno estos elementos requieren como caldo de cultivo la generación de confianza y la creación de varias formas de capital colectivo". ).
Lo que sigue es una propuesta alternativa al modelo de crecimiento económico en el que el tercer mundo, el sur, o como queramos llamar a esta parte del planeta y la humanidad, se ha ido quedando fuera de la historia en la medida que el modelo de la exclusión y el sálvese quien pueda, aparece como el único posible en la época histórica que transcurrimos.
Principalmente el respaldo proviene de la lectura de autores chilenos como Sergio Boisier, Humberto Maturana, Carlos Vignolo, Rafael Echeverría, Francisco Varela, Manfred Max Neef, Fernando Flores y otros; lecturas de otros latinoamericanos y algunos europeos. Es decir, un conjunto de teóricos políticos, economistas, biólogos, ingenieros, que comienzan a pensar el mundo desde una concepción alternativa al eurocentrismo, al pensamiento racionalista moderno, poniendo el acento en el acceso al conocimiento desde la subjetividad y el relacionamiento emocional al interior de las comunidades humanas.
Me excuso también de hacer las citas precisas en este documento, apoyándome en el propio Humberto Maturana "...yo pienso que uno no tiene que hacer referencia a otro autor a menos que lo vaya a traer a la palestra como un argumento, ya sea para apoyar lo que uno dice, ya sea para objetar lo que otro dice, haciéndose uno en el acto responsable de lo que dice".
Debo también dejar establecido, que lo que diga aquí es mi propia interpretación del mundo, que pongo a disposición de Uds. para contribuir a la construcción de nuevas verdades personales que contribuyan, a su vez, a la construcción de propuestas colectivas.
La Postmodernidad:
"Eso de que el hemisferio norte es el de arriba es un truco psicológico inventado por los que creen que están arriba, para que los que creemos estar abajo sigamos creyendo que estamos abajo. Y lo malo es que si seguimos creyendo que estamos abajo, vamos a seguir estando abajo."
El aumento vertiginoso del conocimiento, lo instalan como fuente principal del Poder. Los países del centro imperial moderno y racionalista, llevan una ventaja inalcanzable en su línea de producción cognitiva; sin embargo, es posible que desde una perspectiva distinta, podamos producir una teoría tan válida como la europea y que sea tan útil como aquélla para explicarnos el mundo. Si aceptamos que la formulación de teoría tiene un fin utilitario y que cada una de las teorías explica el mundo desde la perspectiva de quienes las desarrollan, concluiremos cuán equivocado estuvo el pensamiento latinoamericano cuando quiso explicarse el mundo desde la creación eurocéntrica, desde la racionalidad del norte desarrollado y despreció las enormes posibilidades que tiene la mirada desde el sur. El poner la capacidad de conocer sólo en la razón como es la apuesta oficial del eurocentrismo; el confiar ciegamente en que lo que "está allá afuera", es cognoscible absolutamente, es una propuesta que nos limita y nos ha conducido a ser víctimas de un autoritarismo intelectual histórico y a nuestra sumisión a la verdad del centro. Estamos llegando a la conclusión que es en la relatividad del conocer; vinculando el conocimiento a las condiciones ambientales del cognoscente al momento de conocer, donde podemos construir una teoría que nos permita explicarnos el universo y actuar sobre él para cambiarlo desde las necesidades colectivas de la periferia del mundo globalizado.
Transcurrimos en la edad de la incertidumbre y precariedad de los espacios vitales por el angustiante agotamiento del planeta como fuente de vida. Los tiempos y los espacios que nos separan de nuestros congéneres se estrechan, por la llamada explosión demográfica que pone a la humanidad en números casi incompatibles con la capacidad del planeta para alimentarla y por el desarrollo, también explosivo, de las comunicaciones tanto del intercambio de saberes como del intercambio de productos físicos (las telecomunicaciones y el transporte aéreo y marítimo).
Esto trae consigo dos tipos de conductas:
Por una parte, el incremento del rechazo al vecino y el espíritu competitivo por el agotamiento de los recursos del planeta y el aumento demográfico trae consigo el rechazo al otro, la xenofobia, racionalizaciones racistas o étnicas y postulados sociodarwinistas. Y por lo tanto, el diseño de un modelo de convivencia nacido entre quienes tienen el poder y tienden a concentrarlo aún más: por la apropiación de las reservas alimentarias y energéticas en manos de las naciones más poderosas y la segregación en sectores protegidos para los que tienen y desprotegidos para los que no tienen.
La filosofía ambiente, producto de esta incertidumbre y precariedad del modelo actual, se expresa o en el nihilismo, el no importa nada pues nada es verdadero, el no estar ni ahí; todos trabajan sólo para su beneficio, por lo tanto desconfío de todos y es mejor valerme por mí mismo. O por el fundamentalismo religioso o político: adhiero a grupos pequeños que, por razones emocionales, considero los míos, y todo lo que ellos digan es verdad, la Verdad Absoluta; todos los demás están fuera de esa Verdad; a todos o los convencemos de la Verdad o deberán verse sometidos por la violencia; sobre mí mismo y los míos, o sobre los otros, los no convencidos. La respuesta de los excluidos es irresponsabilizarse de todo y responder a esa exclusión con el cinismo del miserable cliente del poderoso que vive de la limosna, del traficante de todo lo que produce dinero con facilidad inmediatista; o marginarse en grupos fundamentalistas y responder con la violencia del que no tiene esperanzas.
Por otra parte, la estrechez del planeta significa nuevos espacios de intercambio y amistad, rechazando la creciente inequidad y desarrollando valores más prosociales y solidarios con la humanidad y el planeta.
El hecho de que el conocimiento se haya transformado en la principal fuente de poder y que éste, el conocimiento, sea alcanzable por cualquier ser humano (sólo a condición que se le den las oportunidades para aprender, independientemente del ambiente en que se desarrolle), crea espacios para la socialización del poder y, por lo tanto, para el acceso del conjunto de la población a una mayor participación en democracia. Si consideramos que el aprender - aprehender y comprender una explicación para actuar en el mundo circundante -, es producto de las relaciones entre los seres humanos, podremos concluir que si mejoramos el relacionamiento de las personas, podemos mejorar las posibilidades de construir una sociedad inclusiva e incluyente, alternativa a la exclusiva y excluyente en la que nos vemos obligados a vivir hoy.
La mayor cercanía y el mayor y mejor acceso a los medios de comunicación producto del cambio epocal que comentamos, es una oportunidad que tenemos para avanzar en la construcción de un modelo de desarrollo alternativo, en el que la inclusión desde las potencialidades del relacionamiento sistémico al interior de la sociedad y de ésta con el medio natural y tecnológico. Es en la pequeña escala social donde es posible establecer estas relaciones, dado que la cercanía, el mirarse cotidianamente cara a cara, las conversaciones, la comunicación con el otro, puede conducir más directamente al nosotros, y desde este nosotros, con vivencias comunes de relación con el medio, es posible otro mundo. De ahí la necesidad de la localización de las soluciones, contrastando con la toma de decisiones en los centros polares de poder.
Hacia el desarrollo local endógeno.
"¿Puede un rinoceronte ser espantado con un palo? Seguramente no, pero miríadas de mosquitos pueden hacerle la vida imposible al rinoceronte"
¿Por qué resulta que en una comunidad pobre, aparentemente sin recursos, si llega un forastero y se pone a trabajar, rápidamente logra sacarle frutos económicos a su actividad?. Cualquiera que haya vivido en un pueblo pobre de nuestro país podrá comprobar este aserto. En mis funciones profesionales, en una comuna propuse desarrollar un currículo escolar que aprovechara los sitios en que vivían las familias más pobres para producir y utilizar alimentos que mejoraran la dieta. El Alcalde, presente en esa reunión, manifestó que era imposible producir nada en los suelos pobres en que está asentada la población. Sin embargo, en el mismo pueblo, en el mismo suelo, con los mismos recursos, un microempresario está produciendo hortalizas de alta calidad y las vende en los supermercados de Los Ángeles a muy buen precio.
¿Qué hace que este microempresario pueda producir bienes que le permitan un mejor estándar de vida que el de sus vecinos? La respuesta, que me dio el Alcalde, es que tiene capital. Consultado el tal vecino, manifestó que éste le fue prestado por un banco. Así es que no tenía capital. Entonces nos dimos cuenta que lo que le permitió superar su pobreza son otras cosas:
Primero, conocimientos: pero no cualesquiera conocimientos, sino aquellos que le dan una amplia perspectiva sobre cómo resolver sus problemas: emprendedoriedad, gestión, saber buscar, encontrar y seleccionar la información necesaria, comunicarse eficientemente. Es decir, no necesariamente conocimientos acabados, específicos sobre lo que quiera dedicarse, pues éstos los encontrará en cualquier documento escrito o página Web especializada, sino conocimientos generales y generativos de nuevas ideas.
Segundo, ser resiliente, es decir ser capaz de superar, de enfrentar, las dificultades que le presenta la vida desde la propia decisión. Autoestima, seguridad en sí mismo, responsabilidad, afectividad, creatividad, capacidad de riesgo.
Tercero, una sociedad que le brinde la oportunidad de desarrollar las características que anotamos antes; medio social, amical y familiar que lo sienta una persona importante y que él se sienta importante para su comunidad. Si tenemos esto, el crecimiento económico tiene sentido y podremos transformarlo en desarrollo que conduce a una comunidad con calidad de vida a partir de las potencialidades endógenas de la comunidad y su entorno natural.
Es decir, necesita saber conocer, hacer, ser y convivir.
Parafraseando a Max Neef, al "rinoceronte de la economía neoliberal", productor de "una masa crítica" humana marginal, fuera de la historia; sólo es posible vencerlo con la instalación en las comunidades de las competencias que señalo, convertidas así en "mosquitos" que en bandadas solidarias espantan al poderoso animal. Eso que transforma a seres sumisos, esperando la dádiva salvadora de la autoridad que nunca llega, en estos mosquitos que proactiva, participativa y solidariamente resuelven los retos que les presenta esta vida y sociedad global. Múltiples redes locales vinculadas entre sí, construyendo explicaciones comunes, pueden relacionarse, a su vez, con el mundo global con mucho mayor eficiencia, eficacia y efectividad. Si no negamos la globalización y damos cuenta de ella a partir de nuestra propia capacidad endógena para comunicarnos con los otros y asociarnos económica, cultural, socialmente, podremos tener la esperanza de construir una historia distinta.
Hoy las comunidades chilenas, están en condiciones inmejorables para lograr el mejoramiento de su calidad de vida: pueden transformar el Concejo Municipal en un Gobierno Comunal, y éste tiene a su disposición la más formidable herramienta para formular un proyecto de desarrollo local endógeno propio: la Educación Municipal.
CONCEPTO DE DESARROLLO
Hoy se entiende que el desarrollo es mucho más que el mero crecimiento económico y el acceso de la población a más y mejores productos. Los activos de un país no se limitan a la riqueza medible de bienes "per cápita", sino que incluye las consecuencias ambientales y sociales de la producción de esa riqueza. Es producto de la acción del conjunto de la sociedad en que vivimos. En ciertos países, como Estados Unidos, llamados del primer mundo desarrollado, la cantidad de bienes puestos a disposición de su población es muy grande; sin embargo hoy los estadounidenses viven en el miedo al terrorismo y se siente permanentemente amenazados por la guerra externa y la violencia interna. Eso no es una sociedad desarrollada. El desarrollo tiene que ver con la calidad de la vida, más que con los bienes de que se dispone; con las relaciones humanas en el contexto de un medio natural que las sustenta; con las emociones más que con las razones.
Además de sus componentes tradicionales que manejan los economistas: capital físico, financiero, etc., se ha ido agregando nuevos componentes como el "capital humano" y el "capital social".
En el contexto de la postmodernidad, el desarrollo se concibe la doble dimensión de globalización y localización; en la medida que ambos conceptos no pueden ser excluyentes. Para dar cuenta de ello, la estrategia de desarrollo debe ser incorporarse al mundo global desde la perspectiva de los sistemas locales para, desde allí, proveer y proveerse de ambientes condicionantes de la calidad de vida.
El Capital Humano
Es la capacidad productiva puesta en movimiento en el contexto de las condiciones socioculturales y del ecosistema en el que se produce; considerando los impactos que ese medio sufre por la acción productiva del hombre. Un ser humano consciente de los impactos que su acción produce en su medio social y natural, que se responsabiliza de tales impactos y se concibe como integrante de un sistema del que depende y que, a su vez, depende de él. Portador de un bagaje cognitivo que lo hace competente en su vida productiva, personal y social y que lo relaciona efectivamente con su medio tecnológico, natural y con la humanidad.
El Capital Social.
Además se debe considerar el "capital social" que se conceptualiza como el ambiente social en el que se mueve el capital humano en su acto de producir. Sociedad en que el acceso a la salud, la educación y el trabajo es un derecho y los bienes para la satisfacción de las necesidades se ponen a disposición del ser humano con equidad. Tiene que ver con la organización social, económica y política. El carácter de la comunidad: familiar, amical, comunitario, la asociatividad, la participación, la relación con el medio natural. Es cómo el tejido social se organiza para crear los nidos afectivos con calidad de vida para todos y todas. En fin, cómo permite la convivencia democrática en la infinita capacidad que tiene la afectividad, para tejer las redes comunicacionales que constituyen la comunidad en acción de desarrollo.
Desarrollo local endógeno.
El desarrollo local es la capacidad que tienen las comunidades, para reconocer la potencialidad productiva del territorio que ocupan y utilizar esos recursos para producir.
Localidad se define como el sistema integrado por los elementos humanos, tecnológicos, naturales y físicos que conviven en un ámbito espacio-tiempo dependientes unos de otros. En el centro de él, se encuentra una comunidad humana que lo gestiona, considerando que su propia existencia depende de la existencia de su medio.
Instalar en la comunidad los saberes necesarios para el desarrollo, es la responsabilidad de la educación. La escuela comprometida con el desarrollo de su comunidad, contextualiza el currículo y al mismo tiempo expande los moldes culturales de los niños, niñas y adultos, permitiendo tener una mirada crítica de la realidad, que hace posible cambios en los modos de comprensión tradicional, hacia esquemas cognitivos más complejos que lleven a innovaciones y transformaciones en los modos de relacionarse con el medio.

La escuela se debate entre dos almas.
"La escuela corazón del barrio y de la Patria"
Si el conocer es la principal fuente de poder, y la escuela es el principal escenario social de oportunidades para el aprendizaje, es en la escuela donde se juega la historia.
La educación formal es de creación, acción y apropiación social, por lo tanto es una acción pública. La escuela responde a las necesidades políticas de la sociedad que la crea; el currículum escolar prescrito es una elaboración del estado nación, por lo tanto refleja en su organización y su acción lo que el modelo de sociedad es. La responsabilidad, luego, con lo que ocurre con la educación es de la escuela, expresión de la formalidad de un currículo en acción. El curriculum escolar es formulado por el estado, es éste el que tiene la misión de supervisarlo y cuidar que sea implementado. Si el estado es producto de un modelo de sociedad; su misión es implementar la educación funcional a ese modelo. Y ese modelo educacional es ejecutado por la escuela; por lo tanto su finalidad es social y funcional al modelo societal dado.
La educación es un proceso que se desarrolla en función de dos finalidades antagónicas: una, el ser un medio conservador del sistema social determinado y la otra, ser un factor de construcción de sociedad nueva y alternativa. El profesor no es neutro; de lo que él enseñe, de lo que la escuela enseñe, depende el impacto que sus alumnos producirán en la sociedad donde conviven.
En la postmodernidad, políticamente unipolar, en la que el Estado nacional y central, pierde continuamente poder, fluyendo éste hacia el centro (que concentra el poder -conocimiento, economía y fuerza- en beneficio de inmensos poderes fácticos expresados en la transnacionalización económica) y hacia la periferia (el poder local). Ello en un proceso dialéctico que se resuelve sólo si el proceso de fuga de poder hacia la periferia es capaz de equilibrar la concentración en el centro. Es en este proceso dialéctico entre concentración y socialización del Poder; que la Escuela juega un rol fundamental, pues es ella la única capaz de distribuir equitativamente el conocimiento, ya definido como la fuente principal de poder en la época histórica en que convivimos hoy.
Por ello, la escuela no es políticamente inocente: o pone en acción una amplitud curricular que ponga al servicio de las comunidades locales los saberes integrales para la construcción de una sociedad basada en las interacciones comunitarias; o estructura un curriculum escolar empobrecido y reducido a sólo los conocimientos basales y funcionales a la conservación del modelo vigente.
Hoy tenemos un sistema educacional, una escuela, que se debate entre estas dos alternativas:
1.- Una escuela de la globalización desde el centro: de currículum reductivo, de meras competencias para la sobrevivencia en un mundo competitivo de la globalización. Tiende a reproducir la sociedad de la desigualdad, el individualismo y la competitividad. Su organización y su acción conduce a ello: segrega a los que provienen de las comunidades más desvalidas a conocimientos pobres y se comporta autoritariamente para excluir a los que no se incorporan a los cánones preestablecidos. Es la escuela de la exclusión, de las "expulsiones" y las "repitencias". Es la escuela de la asistencialidad y el "dar lo que pueden aprender" a los que provienen de los sectores más pobres. Es la escuela que, compulsivamente responde sólo a la estandarización del currículum escolar y por lo tanto preocupada de formar para la vida del trabajo, en puestos de trabajo, más o menos complejos según el contexto social en que actúe.
2.- Una escuela para la globalización desde la localidad: de curriculum amplio, de la solidaridad, la ciudadanía, el reconocimiento del otro, inclusiva. Una escuela que no se queda en la instrucción de saberes basales, sino que construye un currículum en acción amplio, que da cuenta de las necesidades cognitivas de su comunidad no quedándose en la aparente satisfacción de expectativas de esa comunidad. Conoce a su comunidad desde una perspectiva émica y la sirve para contribuir desde la instalación de saberes para el desarrollo local endógeno productor de calidad de vida para todos. Saberes que tienen que ver con la vida productiva y en su relación con su comunidad.
Cuatro dimensiones de una escuela al servicio del desarrollo local:
1.- Dimensión espacial: lo global y local considerados sistémicamente. La globalización está aquí y en ella vivimos, de modo que ¿qué quiere decir antiglobalización? Nada en la práctica. El punto es cómo nos incorporamos a ella desde nuestras ventajas. Sólo es posible, para la gran mayoría, tener éxito en este mundo globalizado si se tiene conciencia que en la localidad, en las relaciones con otros seres humanos, con el medio tecnológico y con la propia naturaleza, está la fortaleza. Cómo aprehender la oportunidad de transformar el medio en que se vive, para construir el ambiente que haga posible la vida, toda la vida, ahora y en el futuro. La escuela tiene el deber de responder a las necesidades de saberes que potencien la localización de los problemas y sus soluciones.
2.-Dimensión temporal: pasado, presente y futuro como sistema dinámico. "Nuestras interpretaciones del pasado surgen de nuestras actuales preocupaciones y prioridades y de nuestras percepciones o intuiciones sobre el futuro". El pasado constituye nuestra fortaleza en la medida que seamos capaces de encontrar en él los fundamentos de nuestro ser. Somos lo que nuestra comunidad ha construido en nosotros. Reconocer en el devenir comunitario la fuente de las formas en cómo concebimos el mundo y nos relacionamos con él, es comprender qué somos y, a partir de ello es posible prevenir un futuro siempre incierto - mucho más hoy en la postmodernidad - que lo que lo fue ayer. Tenemos que aprender a vivir con ello. La escuela si quiere ser un agente de cambio hacia la sociedad inclusiva, no puede estar ajena a este aserto.
3.-Dimensión temática: ya no es posible estudiar los temas aislados hay que estudiarlos desde el sistema. Lo medioambiental, la violación a los derechos humanos, son partes de un mismo todo. Concebir al mundo, al planeta como un sistema vivo en permanente cambio producto de las intensas relaciones que se dan entre los diversos seres, animados e inertes, que lo pueblan y donde el ser humano, siendo parte sustancial del sistema, es el único que puede distanciarse y comprenderlo, proyectarlo y mantenerlo. Hasta ahora el elemento más entrópico del sistema planeta ha sido el hombre. Podemos elegir: continuar siéndolo o entrar definitivamente en la etapa de convertirnos en la sinergia necesaria para salvar a todo los seres vivos. En ello, literalmente, nos va la vida. La escuela debe asumir su responsabilidad en la aplicación de un curriculum integral e integrado, concretando una cobertura curricular holística, sistémica, que explique la realidad desde la concepción cultural dada.
4.- Dimensión personal: uno es en tanto los otros lo son. La toma de conciencia del mundo va íntimamente unida al creciente nivel de conocimiento de uno mismo. Aprender que lo que uno es se debe a las relaciones afectivas que se producen en el continuo convivir, es vital para comprenderse y comprender la realidad. Se aprehende el vivir sólo desde la relación que se produce en la emoción del convivir cotidiano. El aprendizaje en ciudadanía, en comprensión del medio social y natural es definitivamente la integración de una persona consciente de que su actuar es un continuo afectar al medio: a la comunidad, a la sociedad, a la naturaleza. El solo hecho de estar aquí, provoca un efecto en los otros del que somos responsables. Responsabilizarse del vivir y convivir, es tarea insoslayable de la escuela al momento de educar a cada ser humano.
Proyecto de desarrollo comunal.
Cada Comunidad transcurre situada en tiempos y espacios únicos, pasados, presentes y proyectados; desarrollando un conjunto de códigos conductuales, actitudinales, habituales, afectivos, valorativos, volitivos y cognitivos, individuales y colectivos, que forman una red de intrincadas relaciones que identifican a cada individuo en y con este complejo ambiente social y natural. Constituye lo que llamamos los educadores el currículo oculto o ambiental que permea el ser comunitario e individual, y que estructura el bagaje de saberes base de los aprendizajes sistemáticos y sistémicos de la escuela y en la escuela.
A partir de esta convivencia sistémica de la comunidad localizada es que es posible trazar trayectos históricos a través de Proyectos de Desarrollo Comunal que contengan un mapa de las necesidades de saberes del que el sistema municipal de educación se apropie y produzca un Proyecto de desarrollo de la educación comunal. El que debe estar hoy, más que ayer, basado en el proyecto educativo comunitario ambiente y expreso en el PLADECO. Por lo tanto, debe ser producto de una profunda interacción de los más diversos componentes societales, para conocer desde su interior, sus necesidades educativas y proyectar, así, los satisfactores adecuados.
Participación de toda la comunidad a través de un diagnóstico émico, desde adentro, que asegure la exploración íntima de las representaciones, las explicaciones de la realidad que cada comunidad se da desde su imaginario. El lenguaje, códigos comunicacionales creados por la comunidad, formas de conocer propias del entorno humano, que le permiten identificar colectivamente las representaciones de la realidad. Al examinarse desde el interior estas formas de representación, permite al colectivo entender el mundo y actuar sobre él desde esa particular forma de aprehenderlo. Los diagnósticos éticos, formulados desde fuera de la comunidad, sin adentrarse en los códigos propios de su interpretación. Lo que hace el "experto externo" que decide el qué hacer porque "sabe" lo que la comunidad necesita y debe hacer para proyectar sus relaciones. Si el externo no considera los códigos internos al interpretar y apoyar a las comunidades lo que ocurre es una brecha comunicacional que impide el salto adelante que rompe los paradigmas tradicionales.
La educación municipal principal motor del desarrollo local, en tanto se responsabiliza de la instalación de conductas y capacidades para la formación de redes de comunicación, participación, resiliencia comunitaria. Es decir, de la instalación en la población humana de las competencias para la convivencia y la construcción de comunidad.
En tanto la escuela forme personas conscientes del impacto que su vivir produce en la comunidad; en tanto, la escuela forme sujetos y agentes históricos, desde las emocionalidades y afectividades que el diario convivir producen; contribuye a construir comunidades con nidos afectivos efectivos para la calidad de vida en un mundo tan amenazante como en el que estamos viviendo en los comienzos del siglo XXI.
Un sistema de educación municipal en la perspectiva del desarrollo local.
Un sistema municipal de dependencia unipersonal, como el que hoy está diseñado, depende de la capacidad del alcalde para comprender los procesos que llevan al desarrollo de sus comunidades. Eso se da en muy contadas ocasiones.
Por eso propongo la socialización de las decisiones en la educación local. La autoridad unipersonal, no está en condiciones de expresar adecuadamente las necesidades colectivas; y, para ello, es necesario establecer una autoridad colegiada que, siendo representante del conjunto de la comunidad local, pueda expresarla desde la participación y la expresión de las necesidades de esa comunidad. Crear en la comuna un Consejo Comunal de Educación, que tenga atribuciones para aprobar un Proyecto Educativo y los planes anuales de educación municipal, comprehendiendo los proyectos educativos institucionales escolares, diseñados en la participación directa de los usuarios del servicio educacional. Es la comunidad organizada, la que puede, efectivamente, contribuir a un diseño de educación para el desarrollo local, integrando la cosmovisión comunitaria con las necesidades de la producción local y su vinculación al mundo global.
Es necesario, por tanto, imaginar una escuela que desestructure su organización tradicional, expresión de la organización de la fábrica del industrialismo moderno. La escuela de cohortes estudiantiles segregados por edad y, lo que es peor, por estrategias de aprendizajes, de 45 minutos y 46 metros cuadrados, de espacios y tiempos rígidos medidos por la campana o el timbre, encerrada en un perímetro cercado y un portero de llavero inmenso y cara agria. Poseedora absoluta de los saberes y única responsable de qué enseñar. Una escuela enseñante, centrada su acción pedagógica en la instrucción de un currículum reducido a los conocimientos basales. Esta escuela fue capaz de incorporar a las grandes masas de obreros y campesinos al sistema capitalista moderno; pero es incapaz de responder al reto de la postmodernidad; ni para incorporar a los países de la periferia al sistema de globalización neoliberal, ni para instalar los saberes necesarios para el desarrollo local.
Esa escuela, debe ser remplazada por una que abra las oportunidades de aprendizaje, que diseñe situaciones de aprendizaje en tiempos y espacios múltiples, que elimine los cercos perimetrales para considerar espacios pedagógicos en el medio y en la vida misma. Una escuela cuyos diseños de situaciones de aprendizaje no se reduzcan a currículos escolares, tiempos, espacios y cohortes estudiantiles rígidos, segregantes y reductivos.
¿Quién dijo que el tiempo de aprendizaje debe ser la hora pedagógica de 45 minutos? Tal tiempo impide que el profesor pueda diseñar una situación de aprendizaje en tiempos más prolongados. Si los alumnos están entusiasmados aprendiendo y el "timbre" escolar interrumpe la relación de aprendizaje para ir a otra clase que, lo más probable es que fracase, porque ellos estarán deseando haber terminado lo anterior.
¿Quién dijo que el espacio escolar debe reducirse a lo que está dentro de la escuela? Se aprende lo que se vive, la escuela por eficiente que sea, no podrá reproducir la riqueza de la vida real más allá de sus muros, es en los espacios extra escuela donde es posible encontrar la explicación y el conocimiento creador.
¿Quién dijo que la escuela debe organizar los grupos de aprendizaje (cursos) en virtud de la edad? Y, ¿qué decir de aquellas escuelas, en verdad casi todas, que organizan sus cursos homogéneamente de acuerdo con "lo que aprenden" los alumnos? En la vida normal las personas interactúan con una variedad de otras personas que tienen formas de conocer y conocimientos muy disímiles y de esta interacción abierta, se producen los aprendizajes que le dan identidad a la comunidad. Los estudios modernos sobre el aprendizaje, llegan a la conclusión que una educación de segregación por origen social es menos efectiva en la riqueza de los aprendizajes, que una escuela en la que se incluya la heterogeneidad de orígenes, de saberes previos, de formas de aprender. Los cursos heterogéneos proporcionan a todos, sólo a condición que los escenarios de aprendizaje sean diseñados por escuelas organizadas en función de currículums escolares integrales, integradores, inclusivos e incluyentes.
¿Cómo la escuela postmoderna da cuenta de una sociedad como ésta, en que los niños y adolescentes viven sin adultos? La escuela actual tiene que producir los aprendizajes en la presencialidad y en la no presencialidad. Cada vez más nuestros niños, jóvenes y adultos, tienen oportunidades de aprendizaje fuera de la conducción directa de los profesores. Basta ver cómo se aprende navegando en Internet. ¿Qué aprende una persona cuando se instala ante el computador? ¿Cómo la escuela administra estos aprendizajes?
Una escuela que considere todas estas variables en los procesos de aprendizaje, que sea capaz de entender que en el "proceso enseñanza aprendizaje" nunca es posible tener muy claro en qué punta está el docente: si es enseñante o aprendiente. Al plantearse esta duda se considera el respeto al estudiante y a su bagaje cognitivo que enriquece lo que aprende, porque se apropia de todo lo nuevo a que accede.
Esta es la nueva escuela que se avisora para el nuevo mundo. Un mundo en el que el conocimiento de calidad llega a todos y todas, proporcionando las oportunidades de construir mundos diversos en los que cada uno tenga un lugar, reconociendo y reconociéndose como "legítimos otros", para llegar al nosotros. Una escuela en que Machuca e Infante, vuelvan a ser posibles.
Temuco, 03 de septiembre de 2004.